lunes, 9 de diciembre de 2013

Trenes sincronizados



Foto tomada de internet

            Cometer errores es una de las muchas consecuencias de la actividad humana, quizás inevitable, que en ciertas ocasiones permite una rectificación y en otras no.
            La vida es como un viajar continuo en trenes sincronizados que debemos cambiar en estaciones sucesivas que debemos tomar a sus horas exactas, de manera continua  ineludible para continuar nuestro viaje incesante.
            En ocasiones podemos perder un tren porque nos distraigamos o porque lleguemos tarde y entonces nos damos cuenta que el tren que se escapa, ya no se puede alcanzar y el que venga mañana posiblemente llegue con otro cargamento que puede que no nos interese  haciéndonos cambiar nuestro programa porque hemos perdido una oportunidad.
            No es infrecuente que lamentemos no haber aprovechado por no haber sabido ver su valor, una oportunidad, lo que luego nos creará malestar precisamente por haberla desaprovechado. Lamentarse es inútil. Pero los errores son una forma de construir nuestra personalidad, de darle forma a nuestra conducta posterior tratando de eludir los fallos anteriores por descarte y buscando nuevas vías, las cuales a su vez, al menos potencialmente, pueden propiciar nuevos errores. Y, así entre errores y aciertos transcurre la actividad humana que a lo largo del tiempo permite  ir avanzando en conocimientos por la observación  y la experiencia como método inevitable en su actividad permanente.
Creada el 15.10.2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez Gómez

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El objetivo de la poesía




 

Imagen tomada de internet

Dedicado a los amigos de "Pauta abierta" que exponen sus obras inspirados por Erato, la musa de la poesía.

 
            Las relaciones humanas son múltiples y variadas, a veces simples, a veces muy complicadas. Son necesarios unos imprescindibles elementos para que la comunicación surja natural y fluida: una buena predisposición, la intención de entablar conexión; saber escuchar y ponerse en el lugar del interlocutor dándole la oportunidad de que manifieste lo que desea decir antes de exteriorizar los propios argumentos o de responder a sus planteamientos; expresarse con nitidez, sin ambages, con lenguaje fluido y respetuoso (el grado de confianza es importante a la hora de utilizar ciertas licencias).
            La comunicación, usar la palabra es una de las facultades más hermosas que tiene el ser humano. Es verdad que todos los seres vivos tienen sus propias formas de comunicación, muy primitivas y rudimentarias en muchos casos y más elaboradas y complejas en otros, pero el uso de la palabra permite a las personas iniciativas originales y variadas, particulares que aun teniendo bases y rasgos comunes a las de los demás, le imprimen un carácter individual identificativo.
            Junto al lenguaje natural, improvisado en cierto modo y al lenguaje elaborado existen otras formas de expresión: la música, la pintura y muchas otras en el campo de las bellas artes, el arte, la artesanía y la creatividad. Entre ellas  ocupa un lugar destacado la poesía.
            La poesía está cercana a la música. Es la puerta por la que se le escapan al vate sus sentimientos, sensaciones, estados de ánimo, sensualidad y un sinfín más de manifestaciones internas expresadas en lenguaje artístico usando los rudimentos y una serie de licencias oficialmente aceptadas o libremente aportadas.
            El objetivo de la poesía es propiciar un estado anímico acorde con el contenido del poema admirando y saboreando la obra del artista que trata de mostrar en un lenguaje particular una situación concreta, mostrando una sensibilidad acorde con la situación que expone.
            La poesía es, por lo tanto, un modo de comunicación que usa la palabra como medio y la expresión artística como firma.
Creado el  01.09.2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez

domingo, 3 de noviembre de 2013

Excesivamente formal



Ilustración tomada de la red

Cuando queremos expresar nuestras ideas libremente y nos  ponemos a escribir sin coacción de ningún tipo, dejando la mente actuar a su aire,  no podemos evitar sacar nuestra vena dogmática ni ponernos serios utilizando un lenguaje quizá demasiado académico para terminar hablando  sentenciosamente, pero al fin y al cabo lo que queremos es conseguir que el resultado de nuestras especulaciones sea un parto lo más digno posible y acabamos por escribir algo quizá demasiado axiomático y desde luego conteniendo  un entramado empírico, excesivamente formal porque lo  se pretende en el fondo es ser sencillo, asequible, por más que parezca una paradoja.
Sea cualquiera el tema elegido o improvisado, termina reflejando algo de nosotros mismos por lo menos de una forma tácita o expresa haciendo alusión a momentos concretos de nuestras vidas, a determinadas  experiencias porque en cada etapa de  las mismas  destaca algún momento, bien de gloria o de tristeza que, nos marca con hendiduras profundas aunque luego el tiempo se encargue de paliar  las adversidades y nos haga exaltar los éxitos o al menos, las ilusiones conservándolos como algo muy valioso y añorado, aun a sabiendas que solo son recuerdos que forman parte de un patrimonio rico, pero sin más valor práctico que el gozo de la rememoración, que es una forma de matar el gusanillo de los hechos que un día nos gustaron y que la imaginación se encarga de magnificar.

domingo, 13 de octubre de 2013

El presente efímero


           Alegoría de los tiempos

       
Imagen tomada de internet


            En el presente, la modalidad de tiempo en que ocurren los acontecimientos, cuando se hace la historia, cuando se realizan los proyectos, cuando se toca el futuro absorbiéndolo constantemente, dándole un tratamiento de actualidad constante que se desvanece, pero que no muere porque se almacena en el pasado permanente, único tiempo que no desaparece, sino que crece continuamente atiborrándose de contenidos sustraídos al presente efímero y, en igual medida  al futuro, tiempos (pasado y futuro) ambos, entre los que el presente parece estar sincopado.
            El presente está relacionado  con la actividad. Es el segmento temporal en el que todo sucede, en el que todo se hace, cuando toman forma, entidad, presencia, todos los seres, todas las cosas, todas las obras.
            El presente es el ahora, el en este momento, es el tiempo que se consume, o quizás el que cambia de dimensión temporal, de ubicación, para que el futuro, que también cambia, se desplace empujándolo hacia el pasado para ampliarlo y enriquecerlo.
            En el presente se manifiestan las  ideas, se vive     en todas las formas de vivir, tienen lugar la comunicación, la expresión, la investigación, el descubrimiento,  la praxis en definitiva.
            El presente es la película en la que a la par, se es creador, actor y espectador, , porque   es cuando se crea, se interpreta y se presencia el suceder imparable.
            El presente se renueva con la llegada del futuro, entregando al pasado una parte equivalente cada vez, en sucesión interminable.         
            El pasado se amplía y enriquece; el presente se renueva y desaparece; el futuro, se agota pero no decrece.
            En el pasado están las experiencias, los recuerdos, las fuentes de lo aprehendido; el presente se encarga de la actividad; el futuro es la fuente constante de alimentación del tiempo, tiempo que solo es una dimensión que transcurre por distintas fases.
Creado el 06.07.2008.
Autor-propietario
J. Teodoro Pérez G.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Relaciones atípicas


     
Foto de la red

              En las relaciones de pareja, lo mas frecuente es que las edades de los componentes sean muy similares o que se diferencien en pocos años, habitualmente suele ser el varón algo mayor, sin que ello sea una regla inmutable, sino que tradicionalmente ha sido así.
Sin embargo el emparejamiento entre una chica joven y un hombre maduro no es un caso infrecuente en las formas de convivencia humana. Se da en un porcentaje digno de reseñarse y muchas veces funciona bien porque es una situación consentida por ambas partes  que no le dan mayor importancia a la diferencia entre sus edades. También se da el caso contrario , pero menos; no es lo más común que la mujer sea la mayor.
            Si la relación está basada en el amor tiene, en principio, una buena base para ser duradera. No obstante no es una situación que pueda considerarse normal porque lo habitual es que la chica, de entrada  pueda sentirse encantada porque se ve protegida, a la par que  ampliamente atendida, mimada…, manifestaciones que tienen mucho atractivo. Paralelamente él aún se encuentra en plena  fuerza vital, con lo cual todo funciona bien. El problema puede surgir cuando el tiempo, inexorable, que aunque vaya pasando a la vez para los dos indudablemente,  deje en él los efectos evidentes de su edad avanzada mientras ella aún se encuentra en plena vitalidad  sin que pueda recibir en el campo de la intimidad, por cuestiones obvias, las atenciones que su edad y plenitud  física demandan.
            Esta es la cuestión, por lo cual, muchas de tales relaciones terminan rotas, como popularmente se preveía, caídas por su propio peso o por consensuado acuerdo de la pareja en algún momento de su convivencia,  en cuyo caso solo la comprensión, el cariño y el agradecimiento pueden hacer posible, una amistad posterior sincera y digna ante la imposibilidad de la correspondencia, por parte de él a las demandas que la lozanía de ella reclama, consiguiendo que no se malogre del todo una historia interesante que cambia la atracción física y la expectativa de una mayor cohabitación  por una amistad auténtica y agradecida por ambas partes.
            No obstante no todos los casos donde la diferencia de edades es mayor de lo que puede considerarse como normal, terminan en ruptura  porque ella acepta la evolución natural de él sin exigirle nada más que lo que le pueda aportar siendo el afecto la clave de la convivencia. Aquí tiene que ver mucho también la creencia de la pareja, sobre todo de ella, la fe que fortalece como un compromiso ineludible la aceptación del hecho acatándolo como un lazo indisoluble que está por encima de la atracción física y el apetito propio de cualquier relación entre los miembros del dúo porque, a su entender, los valores éticos están  por encima de cualquier otra consideración.
            Son muchas las parejas que bien por la edad avanzada de ambos, o de uno de ellos, o por impedimento de alguno de los dos o sencillamente por acuerdo mutuo, prescinden  de la práctica sexual y, sin embargo la relación sigue adelante a pesar de la renuncia a tan importante actividad.
            En otros momentos podría decirse que aceptar situaciones así era una mera cuestión social impuesta por culturas trasnochadas que no admitían posibles separaciones y menos si se trataba de divorcios. Bastantes de estos casos conducían  casi obligatoriamente a la infidelidad, más si el impedimento procedía de parte de la mujer. Hoy también pero ya la prerrogativa de "ser infiel"  no es patrimonio exclusivo del hombre.
            Solo la coincidencia de opiniones por aceptar los hechos como van sucediendo asumiendo  los impedimentos como algo "de la pareja"  y no de uno de los cónyuges (cualquiera que se el vínculo que les una) puede hacer que siga adelante. Lo cual representaría una prueba evidente de afecto, de amor, algo sustancial, respetable y admirable.
Creado el 05.08.2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez

viernes, 13 de septiembre de 2013

Tratando de definir, el amor, la amistad...


Foto de la red

       Desde que el ser humano, aprendió a escribir, queda constancia de infinidad de definiciones de amor.  Desde  las dadas por personas cultas y distinguidas, hasta las de las más modestas. Yo diría que es un sentimiento maravilloso con una mezcla de "dulce tortura" que todo el mundo experimenta alguna vez o toda la vida.
   El amor es el acontecimiento que acompaña al ser humano permanentemente de algún modo en alguna o varias de sus vertientes.
         Algún clásico podría decir que  "es un tema con infinitas variaciones al que se puede acceder de distinto modo y a distinto ritmo, como un lied, como un canon".
          El amor, es la clave de todo, junto al respeto. Así viene la compenetración, el entendimiento. El amor lo puede todo y nos da un punto de vista optimista sobre lo que nos rodea, pero cuando presenta la cara de la frustración, es una pócima imbebible. De todas formas, mueve al mundo.
       Son muchas las vertientes en las que el amor se manifiesta, todas tienen como premisa el deseo de dicha y bienestar de la persona amada y poder tener la ocasión de compartir con ella cercanía, comunicación, ilusiones, proyectos...
       Entre todas las expresiones del amor, sin duda la amistad es una de las relaciones humanas más importantes que puedan darse entre dos personas porque no tiene en cuenta ni el sexo ni ningún otro factor particular que pueda poseer el amigo que le afecten de una forma intrínseca o externa.
       En la actualidad con la llegada del internet y otras nuevas tecnologías ha surgido una forma distinta a la tradicional de llevar la amistad, que se diferencia fundamentalmente de ella porque no suele darse el elemento de la cercanía, de la presencia próxima. Es una relación que se mantiene casi exclusivamente a través de las redes sociales, por lo que quizá pueda resultar un tanto fría y demasiado "formal".

      Respecto a si las amistades de internet  son verdaderas amistades, creo que la cuestión está en el grado de implicación al que cada cual quiera llegar, de hasta dónde esté dispuesto a implicarse. Puede ser una relación tan digna como cualquier otra si los interesados son sinceros en sus manifestaciones, si "juegan limpio".

Creada el 04.08.2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez G.



domingo, 25 de agosto de 2013

Echar una mano


Imagen tomada de la red


         Las manos son en nuestras vidas los instrumentos que el alma utiliza para comunicarnos a través del sentido del tacto.
         Las manos pueden transmitir la más variada gama de sentimientos y emociones, desde ternura, confianza, protección, seguridad, ayuda, .......  hasta afecto, sensualidad, pasión. Todas manifestaciones que establecen una corriente de calor humano entre dos personas.
         Hasta los animales, agradecen el gesto de que le acariciemos con nuestras manos. Hemos trasladado al terreno de los sentimientos humanos la expresión ¿a quién no le gusta que le pasen la mano por el lomo?
         Quienes pertenecemos a generaciones  ya bien maduras tenemos la experiencia del enorme significado que representó en algún momento de nuestra adolescencia cuando hicimos nuestras primeras incursiones en el campo del amor, el hecho de que las chicas que nos gustaban nos permitieran tomar su mano. Era una prueba de asentimiento a nuestras inclinaciones hacia ellas, una demostración de cariño como respuesta al que nosotros le ofrecíamos, una firma de decir "te amo, como tú me amas, te doy mi mano en prueba de cariño, y con ella mi afecto y el permiso para que me quieras sin objeciones porque yo también te quiero". Era un pacto tácito de amor sin palabras pero con una importantísima carga de información. Siendo un gesto tan sencillo, significaba un cambio sustancial en las relaciones.
         Las manos, por lo tanto representan una de las puertas con que nos comunicamos de una manera, formal unas veces y afectiva otras. ¡Cuántos pactos se habrán rubricado entre personas formales, cuando después de empeñar la palabra, los interesados han terminado la operación con "un apretón de manos"!
         Y..., nunca está demás abrir las manos para que alguien pueda asirse a ellas si es que nos necesita y podemos ayudarle, "echarle una mano".

El Puerto de Santa María, 10 de agosto de 2013

Compuesta el 10 de agosto de 2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez G.