lunes, 9 de diciembre de 2013

Trenes sincronizados



Foto tomada de internet

            Cometer errores es una de las muchas consecuencias de la actividad humana, quizás inevitable, que en ciertas ocasiones permite una rectificación y en otras no.
            La vida es como un viajar continuo en trenes sincronizados que debemos cambiar en estaciones sucesivas que debemos tomar a sus horas exactas, de manera continua  ineludible para continuar nuestro viaje incesante.
            En ocasiones podemos perder un tren porque nos distraigamos o porque lleguemos tarde y entonces nos damos cuenta que el tren que se escapa, ya no se puede alcanzar y el que venga mañana posiblemente llegue con otro cargamento que puede que no nos interese  haciéndonos cambiar nuestro programa porque hemos perdido una oportunidad.
            No es infrecuente que lamentemos no haber aprovechado por no haber sabido ver su valor, una oportunidad, lo que luego nos creará malestar precisamente por haberla desaprovechado. Lamentarse es inútil. Pero los errores son una forma de construir nuestra personalidad, de darle forma a nuestra conducta posterior tratando de eludir los fallos anteriores por descarte y buscando nuevas vías, las cuales a su vez, al menos potencialmente, pueden propiciar nuevos errores. Y, así entre errores y aciertos transcurre la actividad humana que a lo largo del tiempo permite  ir avanzando en conocimientos por la observación  y la experiencia como método inevitable en su actividad permanente.
Creada el 15.10.2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez Gómez