Imagen tomada de la red
Las
manos son en nuestras vidas los instrumentos que el alma utiliza para
comunicarnos a través del sentido del tacto.
Las
manos pueden transmitir la más variada gama de sentimientos y
emociones, desde ternura, confianza, protección, seguridad, ayuda,
....... hasta afecto, sensualidad, pasión. Todas
manifestaciones que establecen una corriente de calor humano entre dos
personas.
Hasta
los animales, agradecen el gesto de que le acariciemos con nuestras manos.
Hemos trasladado al terreno de los sentimientos humanos la expresión ¿a quién no le gusta que le
pasen la mano por el lomo?
Quienes
pertenecemos a generaciones ya bien
maduras tenemos la experiencia del enorme significado que representó en algún momento de nuestra
adolescencia cuando hicimos nuestras primeras incursiones en el campo del amor,
el hecho de que las chicas que nos gustaban nos permitieran tomar su mano. Era
una prueba de asentimiento a nuestras inclinaciones hacia ellas, una demostración de cariño como respuesta al
que nosotros le ofrecíamos, una firma de decir "te amo,
como tú me amas, te doy mi mano en prueba de cariño, y con ella mi
afecto y el permiso para que me quieras sin objeciones porque yo también te quiero".
Era un pacto tácito de amor sin palabras pero con una importantísima carga de
información. Siendo un gesto tan sencillo, significaba un cambio
sustancial en las relaciones.
Las
manos, por lo tanto representan una de las puertas con que nos comunicamos de
una manera, formal unas veces y afectiva otras. ¡Cuántos pactos se habrán rubricado entre
personas formales, cuando después de empeñar la palabra, los
interesados han terminado la operación con "un apretón de manos"!
Y..., nunca está demás abrir las manos
para que alguien pueda asirse a ellas si es que nos necesita y podemos
ayudarle, "echarle una mano".
El Puerto de Santa María, 10 de agosto de
2013
Compuesta el 10 de agosto de
2013
Autor-propietario:
José Teodoro Pérez G.