martes, 28 de febrero de 2012

QUE NO ME CAIGA TODO LO QUE PUEDA AGUANTAR


(Carta al acompañante amigo invisible)

       Hola. Hoy me encuentro sentado después de un día de mucho ajetreo. Durante mi jornada laboral, y no menos por otros asuntos de mi vida privada, concretamente atendiendo a alguien muy allegado a mí; se trata de mi esposa. Ya sabes que anda delicada, pero poco a poco va saliendo adelante, a Dios gracias.
       Mientras me encuentro en la sala de espera del Centro Médico, (ahora para mí, nada importante), cojo una revista vieja y manoseada, la hojeo un poco y se me viene a la vista una frase de un artículo, en el que una conocida actriz, no de mi agrado cuenta su vida en sus memorias, de las cuales se extraen unos párrafos, que dicho sea en honor a la justicia, están expresados en una prosa amena, ortodoxa y muy accesible. La frase, muy conocida, reza así: “ Que no me mande Dios todo lo que puedo aguantar”.
       Me dio qué pensar. Y la verdad..., es cierto que se presentan en la vida ocasiones en las que uno cree que las adversidades han tocado techo. Pero ¡quiá!, nuevos reveses aparecen, los cuales hay que afrontar.             ¡Y se afrontan! Los esquemas se rompen. En la escala de valoración de nuestros objetivos se experimentan profundos cambios. Dejan de tener peso muchos aspectos para pasar al primer lugar los nuevos acontecimientos que precisan de respuestas inmediatas.
A estas alturas, la experiencia, aunque no me quita la preocupación, me da serenidad. El proverbio aquel, creo que oriental (¿chino? No tengo más datos ahora). “ ¿Puedes resolverlo? Si es así, ¿por qué te agobias? Afróntalo. Y si, no lo puedes resolver, ¿por qué te preocupas? Desiste, olvídalo, o espera que se resuelva naturalmente”. Lo estoy asumiendo. Cierto es que te da mucha frialdad esta forma tan racional de obrar, pero desde luego es práctica y te quita problemas, te da tiempo y te permite un análisis objetivo.
       Y por hoy, aquí quedan estas reflexiones. Quizá siga otro día. No sé. Tampoco pretendo abundar en estas cosas. Sí, seguro, termino aquí y, en una próxima ocasión te contaré nuevos acontecimientos o viejos con nuevas vestiduras, según mi ánimo y mi realidad circundante en el momento, sin pretender transmitirte tristeza ni impertinencias.
       Sé que eres un amigo generoso y que cuento con tu paciencia y saber escuchar.
       Con la estima de siempre, el ósculo amigo.

El Puerto de Santa María, (Creado en Dic./2005)
Publicado el  28 de Febreo'2012
Autor -propietario.

JoséTeodoro Pérez

8 comentarios:

  1. Gracias Boris por tu visita.. Perdona que no te haya respondido antes. Gracias también por el comentario.
    Feliz jueves Santo.

    ResponderEliminar
  2. Hola Pepe.
    Pues mira, ya estamos finalizando abril y recién me aparezco.
    Me ha gustado mucho tu conversación con el amigo invisible y me recuerda un poco a "Los días de la abuela", tu lo has leído.
    ¿Has notado que Dios nunca nos da más carga de la que podamos llevar?
    Yo había oído el proverbio árabe que mencionas: "Si las cosas tienen solución ¿Por qué te preocupas? Y si no la tienen ¿Por qué te preocupas?
    Hoy es un día nostálgico para mí, y se me ha dado por visitar amig@s. Muchas gracias por los Power que me envías, especialmente éste último de Cádiz...Requetebonito!!
    Un afectuoso saludo de catorcemil Kms......
    Susana.......

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Susana. Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. El proverbio, aunque antiguo, encierra una verdad incuestionable, con un sentido práctico, frío pero efectivo.
      Espero que tu nostalgia haya quedado ya superado y tu estado de ánimo sea de optimismo.
      Saludos cordiales.
      Pepe

      Eliminar
  3. En primer lugar espero la pronta recuperación de su esposa y en segundo; con estas reflexiones, se puede con todo.

    un abrazo sincero

    maite

    ResponderEliminar
  4. Hola, María Teresa: No tengo el gusto de conocerte, pero me animan tus palabras. Seguimos luchando.
    Gracias por acercarte a esta página que aún tiene poquitas cosas pero que seguiré alimentando poco a poco.
    Que todo te vaya bien. Saludos cordiales

    ResponderEliminar
  5. Sé que este post ya es de hace varios meses, espero, quiero y deseo que tu esposa se haya revuperado totalmente. Y por otro lado comentarte que yo me uno a esa frase porque es bien cierto que no sabemos cuánto podemos llegar a aguantar y soportar como seres humanos, somos más fuertes de lo que podemos llegar a imaginar pero hasta que no nos encontramos de frente con el problema no lo sabemos y aunque logremos superarlo no vemos lo que resultó ser hasta pasado un tiempo.

    Podremos con todo!! Yo también lo he pensado en muchas ocasiones (las he tenido y sé que me quedan aun por tener) y sigo adelante porque no queda otra.

    ResponderEliminar
  6. Es verdad que no sabemos cuánto es lo que podemos soportar, pero no siempre podemos solucionarlo todo. Hay cuestiones que vencemos sacando fuerzas y recursos que ni imaginamos que teníamos, pero en otras ocasiones resultan baldíos todos los esfuerzos. No es una cuestión pesimista sino una realidad confirmada por la experiencia.
    FC, te agradezco tus buenos deseos respecto al restablecimiento de mi esposa, pero, lamentablemente después de 9 años y medio luchando con "la terrible y extendida enfermedad", seguimos así, luchando sin que veamos el final.
    Gracias, te repito.
    Espero que en otra ocasión el tema sea de otro color.
    Saludos cordiales

    ResponderEliminar